recién ahora me doy cuenta
con tantos pájaros adentro y afuera
los otros dándole algarabía a la montaña
marcando con fuego la simpleza de la vida
esa compleja esencia de ser
con sus trinos y andares
con el ir y venir inagotable/excitados
con ese hacer enorme de decir Buen día
con ese acá estamos/estos es/la vida vive
con ese aceptar de sus destinos con alegría y mansedumbre
con ese recrear y multiplicar a puro instinto
con sus morires abruptos y definitivos

de esos hablaba
los que son la voz del monte
el barullo
el susurro
reitero/ la vida que late

y los unos
los de adentro
los que son estatuas de ónix de un viejo cementerio
cuervos silenciosos/aburridos
los de las alas secas y la mirada triste
los que sangran vertientes de sal ojos adentro
los que nublan
los que hacen sombra
los que vomitan al poeta/que hieren
los que oprimen el alma
los que escriben mi epitafio en todos los abecedarios
los que mueren letra a letra en cada verso que lloro

ahora me doy cuenta/te decía
hace tiempo que estoy muerto en este cuerpo de agua

qué parte de mi instinto bestial me hace resistir
y seguir en esta existencia nefasta sin poder vivir

me doy cuenta
no lo entiendo
tengo miedo y me aferro otra vez al palo con jabón