Los niños no deciden inmigrar, los padres les “regalamos” una condición social, sin leer las INSTRUCCIONES y tampoco las CONTRAINDICACIONES de dentro.

La actividad literaria anterior de Adriana Vidroiu Stanca, aunque poco conocida, nos avisaba del lugar que va a tener su obra en el futuro.
Si repasamos solo los últimos años de la “bibliografía” de la autora, destacamos su inquietud literaria y también social, reflejada en sus trabajos tanto en verso como en prosa, algunas a punto de salir a la luz. Fundadora de la “Agrupació Romanesa per la Cultura” de Valencia y de la revista “ Nou Horizont” que dirige y coordina, escribe artículos en cualquier foro donde hace falta tener una “opinión” y “actitud social”. Sus acciones están dirigidas hacia una causa colectiva, donde los beneficios son de orden moral y humanitario, campo donde se convierte en un ejemplo digno a seguir.
Todas estas “opciones”, poco habituales hoy en día, definen un alma ética que abraza valores estables y verificables a través del conocimiento de sus poesías. Poeta de reflexión antes que de instinto o emoción genuina, Adriana Vidroiu Stanca muestra en su obra un estilo de Neo-Romanticismo Meditativo, que ha pasado por la experiencia de la modernidad del verso blanco asimétrico argheziene, siendo sin ninguna duda la representación del espíritu de la tradición, que parece tan vivo, dándonos la impresión que la acción aunque presente, es reflejo del pasado. “Eminescu, Bacovia y Goga” no son solo espíritus tutelares aleatorios, invocados para mostrar una línea creativa y valores confirmados inevitablemente, sino que nos muestra el último análisis del sistema solar constitutivo, fuera del cual, parece que solo se queda sin existir, ilusión, sueños y ceniza.
La misma materia aparece en prosa, donde su bibliografía no es tan consistente, porque obras de esta fuerza aparecen con una débil frecuencia. La originalidad se hace notar de inmediato. Aquí no aparecen disertaciones académicas sobre ideas como en otros autores contemporáneos de “estilo” romántico. La poesía de Adriana Vidroiu Stanca es un hecho real basado en conclusiones con un contenido dramático, que tiene como soporte un concepto sobre un mundo que la convierte en una ideóloga. Esta opción es la esencia que sostiene la obra, y que sin ninguna duda con el paso del tiempo puede tener mucho peso.
de Artur Silvestri