Nada ha cambiado en mí.

Todo sigue igual aquí adentro
y también en mi exterior.

Adentro lo cálido sigue hirviendo,
allá afuera el frío roza lo inconcebible
de vez en cuando.

Qué más da.

Ya que en mi biológica exterioridad
hay esencia
es la nomenclatura de mi experiencia que se adentra
por cada particularidad.

Sigo siendo el mismo roble
arropando certera intimidad en la corteza.

Sigo siendo el mismo libro
donde escribo el diario perecer poco a poco.

Solo el tiempo es el que se marcha
dejando mis arbitrarias huellas allá atrás.

Yo estoy aquí donde mismo;
estático...
metalizando mis idealizados desdenes;
escribiendo en gajos de papel
una efigie de mis glorias.

Es ironía ser libre y morir a la vez
más no muero por discrepancias de melancolías,
muero porque la libertad es así:

( exquisitez de tiempo y desigualdad de materia )

más la decisión la llevo adentro,
afuera, aquí y allá.

Morir poco a poco
entre gente amable, serena y harta de felicidad,
O de un solo tajo...
en un callejón vacío; lleno de prejuicios.

Libertad es llevar la chaira en las palabras
que afilan tu verdad
o simplemente limar los barrotes del suelo
que a mis pies se rendirán.

Yo decido en esta tierra ajena,
si mi aliento hoy se detiene
o estático de emoción subsisto en esta ambigua libertad


West brooks, Maine.